Apple ha vuelto a hacer de las suyas, presentando el Apple Watch Series 9, un dispositivo que, a primera vista, parece salido directamente de un laboratorio secreto donde se buscan mejoras que solo los usuarios más fanáticos podrían notar. Pero en esta ocasión, Apple ha decidido que menos es más (menos innovaciones, más marketing) y ha apostado por un puñado de características que, aunque no reinventan la rueda, te harán cuestionarte si tu actual reloj está obsoleto.
Un nuevo chip más rápido
Como es costumbre, el Apple Watch Series 9 llega con un nuevo chip, el S9. La velocidad y eficiencia han sido los puntos clave en la presentación, y Apple asegura que este procesador es “hasta un 30% más rápido” que el de la versión anterior. Pero, ¿cuánto realmente importa ese porcentaje cuando hablamos de abrir aplicaciones de salud o responder a un mensaje desde la muñeca? Quizás no tanto, pero no se lo digas a Apple.
Más allá de las cifras, lo cierto es que este chip también mejora la duración de la batería (aunque no lo suficiente como para considerarlo una ‘revolución’), y potencia algunas funciones de inteligencia artificial que parecen ser el gran tema de esta generación.
Gestos mágicos, literalmente
La función estrella del Series 9 es el gesto de doble toque con los dedos. Sí, ahora puedes tocar tus dedos índice y pulgar para activar ciertas funciones sin necesidad de tocar la pantalla. Es una función útil, pero que en realidad se ha visto en otros dispositivos mediante aplicaciones de terceros. Apple, sin embargo, ha logrado que esto parezca una proeza tecnológica, presentándola con un despliegue de marketing digno de un nuevo descubrimiento científico.
Ahora podrás contestar llamadas, pausar música y hasta hacer una foto con un simple gesto. La pregunta es: ¿cuántas veces accidentalmente activaremos algo al mover la mano al saludar? Eso queda por ver.
Pantalla y diseño: si no está roto, no lo cambies
El diseño del Apple Watch Series 9 sigue el mismo patrón de los últimos modelos. ¿Esperabas un cambio radical? Puede que te hayas confundido de presentación. El Series 9 mantiene el icónico diseño rectangular con bordes curvados, porque en Cupertino tienen muy claro que el ‘estilo Apple’ es intocable.
Lo que sí ha mejorado es la pantalla, ahora con un brillo máximo de 2,000 nits, lo que permite una visibilidad sin precedentes bajo la luz solar (aunque, seamos sinceros, no es que todos vivamos bajo un sol de justicia constante). Esto, sumado a un modo de bajo consumo optimizado, busca equilibrar la visibilidad con la duración de la batería.
Salud y bienestar: estadísticas que ya tenías, pero con más colores
Apple sigue apostando fuerte por las funciones de salud y bienestar, y en esta versión, la app de Salud ha recibido algunos ajustes que permiten un seguimiento más detallado de la temperatura corporal y las horas de sueño profundo. Pero el verdadero toque de atención es la capacidad de detectar momentos de estrés y ofrecerte un respiro. Sí, el Apple Watch Series 9 es tan listo que ahora sabrá cuándo estás a punto de perder los nervios y te recomendará que respires hondo.
Sin embargo, para aquellos que esperaban un sensor de presión arterial o glucosa, parece que Apple sigue diciendo: “en otra ocasión, tal vez”.
¿Es esta la versión que esperábamos?
Como siempre, la pregunta clave es si merece la pena actualizar. Si tienes un modelo más antiguo, la respuesta es probablemente un “sí”, pero si ya tienes un Series 8 o el Ultra, el salto generacional parece menos convincente. Las mejoras son sutiles, pero el precio sigue siendo premium.
Apple ha conseguido que el Watch Series 9 mantenga ese aire de objeto de deseo tecnológico, pero con el toque justo de novedades para justificar su existencia sin pisar demasiado el territorio del próximo Ultra 2, que, sin duda, ya estará en camino. ¿Es suficiente para convencer a los usuarios de que lo compren? La respuesta, como siempre, se inclina hacia el lado del marketing y la devoción por la manzana.